“En los tribunales de familia no sólo no hay cupo femenino y masculino, sino que hay exclusividad femenina en todos los cargos clave: juezas, secretarias, peritos. El resultado es una justicia inquisitoria, antiniños y antihombres”, manifestó este padre y letrado.

En lo que respecta a su caso, Markovic dijo que “me sacaron a mis hijos por atreverme a denunciar a la madre por maltratarlos y golpearlos, y por denunciar a la jueza Gladys Pellegrini y a la asesora de Menores María E. Roitman del TFam, Nº 2 de Morón (actual JFam Nº4) por encubrirla y por cohecho”.

El hecho dio lugar a una sucesión de causas en las que se investigan abusos de la madre y de una de sus hermanas y la actuación de los jueces y funcionarios judiciales; pero en ninguna al padre. Ahora, se espera un pronunciamiento de la Corte Suprema en una de las causas que se denunció a miembros de la Justicia.

“Como revancha por denunciarlas, me sacaron a mis hijos y se los entregaron a la madre maltratadora. No obstante, estar acreditado en autos que se ocultó el real diagnóstico de la madre, reconoció haber defraudado a la justicia con falsos informes de la psicóloga perito Lombardi, cuando en realidad admitió en febrero de 2015 estar diagnosticada de TLP (Transtorno Límite de Personalidad) borderline, lo que la torna peligrosa para sí y para terceros”, agregó el denunciante.

“En lugar de tomar medidas para hacer cesar los malos tratos contra los menores, la jueza Pellegrini las tomó en contra de los denunciantes, el suscripto padre de los niños y mi hijo Iván (en la actualidad de 15 años), entregando a los niños a la madre maltratadora con exclusividad, prohibiendo el contacto paterno, estableciéndome una restricción perimetral con mi ex mujer y mis hijos, por sólo denunciarla y denunciar a la justicia por negligencia y encubrimiento”, concluyó Markovic, que espera haya justicia en su caso tras cuatro años de lucha.

¿Censura?

“Borrando a papá” es un documental producido por Gabriel Balanovsky que no llegó a estrenarse oficialmente por reparos presentados por el Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (Incaa), que originalmente había subsidiado su realización.

Aquel relata las historias de seis padres separados de sus hijos, después de haber pasado por procesos de divorcios conflictivos y sus dificultades para mantener el vínculo con sus niños. El filme contiene material crítico respecto del funcionamiento de los órganos judiciales, y alega una desigualdad de trato en perjuicio del varón de la pareja en situación de conflicto.

Cuando su estreno fue postergado por el organismo cinematográfico, considerando que faltaban algunos trámites, sus realizadores denunciaron un acto de censura debido a presiones de sectores que veían afectados intereses en la compleja trama.

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