Juez de Familia Guillermo Torti: “Un animal violentado en una familia es indicio de un niño vulnerado”

Un juez de familia habló sobre la estrecha relación entre la violencia con los animales y la violencia familiar y alertó: “El violento comienza por el más débil, pero no se detiene”

Ya quedó demostrado que alguien capaz de agredir, violentar y matar a un animal también es capaz de hacerlo con personas a las que considere vulnerables. Considerando que el maltrato que una persona le propine a un animal doméstico puede ser directamente equivalente al grado de agresividad que el golpeador pueda tener con alguien de su entorno, Guillermo Torti, juez de Familia en el Juzgado N° 7 de Morón, hizo un paralelo entre esos tipos de agresiones y contó que desde el Colegio de Abogados ese partido se capacita a los operadores de justicia en la nueva mirada: violencia doméstica y animales en el núcleo familiar.

En diálogo con Infobae el magistrado dijo: “Estamos intentando unir las dos temáticas, violencia familiar o violencia contra la niñez y violencia contra los animales. Intentamos que los operadores de justicia sepan que la existencia de un animal violentado en una familia es indicio de un niño vulnerado, una mujer vulnerada, un anciano vulnerado o una persona con discapacidad vulnerado porque, generalmente, el maltrato empieza por el más frágil de la familia y éste puede ser el animal de compañía, que es un miembro de la casa y rara vez se detiene ahí”.

“El maltrato empieza por el más frágil de la familia y éste puede ser el animal de compañía, un miembro de la casa”, aseguró Guillermo Torti, juez de Familia.


Continuando su explicación, agregó: “Como la ley de violencia familiar necesita que solo haya indicios de maltrato para hacer una denuncia cuando hay menores, ancianos o personas con discapacidad involucradas, el hecho evidente de que existe un maltratador de animales —aunque no se tenga vista directa de un niño golpeado o alguna vulneración sobre las personas— es suficiente para que el operador de justicia haga hincapié en ese indicio y lo denuncie como una posible vulneración de personas dentro de ese seno familiar”. Es por ello muy importante que los habitantes de la casa expresen los actos de violencia, en caso de poder hacerlo, pero también es importante el compromiso de los vecinos y demás familiares para que realicen esa denuncia.

¿Siempre que haya violencia contra un animal habrá violencia contra las personas? El juez Torti respondió tajante: “Es de manual porque el trastorno disocial de la personalidad, según dice la Organización Mundial de la Salud, se manifiesta durante la adolescencia a través del maltrato o crueldad con los animales y después termina con crueldad contra las personas, con la falta de limites, con cero aceptación de la ley. Y sigue con el consumo de estupefacientes y alcohol, y eso puede terminar en robos y otros delitos. A veces uno tiene que tener el ojo avizor para saber que detrás de un niño maltratado y un animal maltratado hay una violencia que puede ramificarse y existir muchas otras personas involucradas en la problemática”.

Conocedor de casos de todo tipo de violencia, la nueva mirada propone considerar el padecimiento de los animales como violencia doméstica, o quizás como otra forma de femicidio vinculado en caso de que el animal termine muerto. En ese contexto, Torti apuntó a la necesidad de hacer visible la relación entre éstos tipos de violencia porque aún no todos los oficiales de la justicia lo consideran. “Queremos que se visibilice porque, por ejemplo, hoy cuando se realiza una denuncia en la provincia de Buenos Aires se llenan formularios con múltiples preguntas, pero no consta entre ellas si existe violencia hacia los animales, tanto de parte del victimario —en caso de que haya un hombre golpeador, por ejemplo—como de otro integrante de la familia porque pueden ser los menores quienes estén visibilizando las conductas aprendidas en el maltrato entre los adultos. Es decir, considerar el maltrato animal en el seno familiar es prevenir conductas en menores y cuando se encuentran casos de menores que violentan animales se les brinda un tratamiento para revertir la conducta aprendida de los adultos”. El tratamiento que se ofrece es psicológico “porque hay cuestiones que tienen que ver con la educación, por eso intentamos darles una base para que se hable de la violencia familiar desde el jardín de infantes”, señaló.

Antes que la justicia. Las organizaciones protectoras de animales fueron las primeras en ver que donde existe un animal violentado puede existir otro miembro de la familia agredido.

En el partido de Morón, donde el juez se desempeña, se habla mucho de la violencia que existente en los distintos ordenes sociales y de la vida, por eso también hacen hincapié en los noviazgos violentos entre adolescentes. “Queremos que se visibilice cuáles son los problemas y cómo nos terminan afectando a todos. Hoy el compromiso es de toda la ciudadanía, no solamente de aquel que sufre violencia sino de todos porque es una forma de asegurar que no vamos a tener una sociedad cada vez más violenta”.

Que hacer ante un caso de violencia doméstica y maltrato animal

Ante un caso de maltrato animal dentro del seno de una familia corresponde realizar una denuncia por maltrato animal en la fiscalía y si hay menores se puede denunciar por indicios de posible violencia familiar. “Esto puede hacerse como denunciante de identidad encubierta, en caso de que la persona que denuncia no quiera dar el nombre y apellido. Se puede denunciar los tipos de violencia: la denuncia por maltrato a un animal puede hacerse en la fiscalía y la denuncia por violencia familiar en la comisaria que corresponda. El fiscal tiene que dar intervención al juez de Familia  que esté de turno. Es tan importante visualizarlo porque si hay un grupo familiar en riesgo el fiscal debe dar intervención al magistrado para que analice si existen menores que estén comprometidos. Es de suma importancia visualizar la interrelación entre uno y otro tipo de violencia”, subrayó.

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