Nota de Prensa: El Juzgado Nº3 de Morón, de la Jueza Norma Gladys Vázquez, otorga a una madre obstructora de contacto un permiso especial para viajar con su hijo al exterior del país en tiempo récord

Ramiro Fernández participó el pasado lunes 7 de agosto en el programa “Sin Filtro Recargado”, a los fines de denunciar que no puede ver a su hijo Mateo, de nueve años, desde abril del 2016.

A pesar de tener un convenio homologado con la madre, y un segundo convenio a homologar, ambos tramitados en el Juzgado Nº6 de Morón, de la jueza Dra. María Laura Alvarez, el régimen de comunicación no se cumple.

Este papá impedido de contacto con su hijo, expresa que en la lucha por la revinculacíón ya ha visto de todo, que en el mencionado juzgado le han dicho que solo pueden informarlo si asiste con patrocinio letrado, cometiendo un atropello a sus derechos por ser él parte del proceso, y denuncia que solo ha conseguido una cita con la consejera Romina Laura Riviere tras expresar que estaba filmando a los funcionarios, dejando registro de su accionar ilegal y abusivo en diciembre del 2016.Afirma que incluso los abogados reresentantes de la madre de su hijo, de la firma Videla-Calafat le han pedido un soborno para favorecerlo en una audiencia en la que deseaba pedir la ampliación del régimen de comunicación, para poder pasar mas tiempo junto al niño.Ramiro se ha mudado de Merlo a Avellaneda para evitar el hostigamiento por parte de la familia materna, y el riesgo de ser acusado de violar las restricciones perimetrales otorgadas en su momento a favor de su ex-mujer y del padre de la misma, dictadas como medidas cautelares por denuncias de violencia que al día de hoy la fiscalía ha desestimado.

Su gran temor, sin embargo, era que el día de mañana, con el mismo fin de impedirle el contacto con su hijo, la madre recurriera a denunciarlo por abuso sexual, ya que, lamentablemente, parece haber una especie de protocolo de acción constituido entre los progenitores obstructores, y esta terrible denuncia suele ser el golpe maestro.

Pero la ingrata noticia que lo sorprendió no fue una denuncia, sino que el 22 de Julio se enteró de que su hijo no estaba en el territorio nacional.

La Dra. Norma Gladys Vazquez, del Juzgado Nº3 de familia de Morón, de guardia en la feria judicial de Julio, decidió extender en tiempo récord un permiso especial para que la madre pudiera viajar con el niño a Uruguay y de allí a Cuba, sin siquiera comunicárselo al padre.

Ramiro había revocado una autorización permanente de viaje el pasado abril, como consecuencia de que en diciembre del 2016 la madre había viajado con Mateo a los Estados Unidos, notificando al padre recién a los tres días de estar en el exterior, a través de un mensaje de whatsapp.

Teniendo en cuenta el Código Civil y Comercial, que en su art. 645 expresa: “Se requiere el consentimiento expreso de ambos progenitores para(…) autorizarlo para salir de la República (…) si uno de los progenitores no da su consentimiento o media imposibilidad para prestarlo, debe resolver el juez teniendo en miras el interés familiar.”, nos preguntamos ¿Cuál es el interés familiar por el que velan juezas que retrasan el cumplimiento del derecho inalienable de los niños a la identidad, a crecer y a mantener el contacto con todos los integrantes de su familia, principalmente con los progenitores, posibilitan la obstrucción de contacto de un niño con su padre, pero otorgan autorizaciones de viaje express?
La inoperancia y corrupción quedan indudablemente al descubierto a través de estas repudiables resoluciones.

Como agravante, cuando, luego de ir a Migraciones para tratar de comprender el por qué su hijo había salido del país, este papá se dirigió al juzgado Nº3, fue maltratado y expulsado con la colaboración de personal policial, siendo amenazado por un auxiliar, quien le dijo que podía hacer algo en su contra ¿Por qué? Porque Ramiro, indignado, y habiendo tenido acceso al permiso excepcional mencionado, le pidió al auxiliar que permaneciera con él mientras lo leía, a los fines de despejar las múltiples dudas que al respecto del otorgamiento tenía.


Los familiares impedidos de contacto por otros familiares obstructores que conviven con los niños, están permanentemente expuestos, al igual que sus hijos, a estos actos de abuso de poder, corrupción y soborno, constituyéndose en objetos de violencia psicológica, simbólica, económica, institucional, etc.

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