Desde el Grupo de denuncia a los juzgados de familia de Morón que incumplen la ley queremos que conozcan otro caso de obstrucción de vínculos familiares y falsas denuncias.

Hace más de 70 días que Martín Serra no puede ver a sus tres hijas. Su ex esposa, con la que llevaban un régimen de custodia compartida establecido de mutuo acuerdo, decidió denunciarlo por violencia cuando se enteró que Martín tenía una nueva pareja.

También intentó denunciar a la nueva pareja de Martín, que es directora de una escuela primaria, por abuso infantil.

Lo lamentable es que las denuncias de violencia cayeron en el Juzgado de Familia Nº7 de Morón, que preside el juez Guillermo Torti quien, sin mediar investigación, presunción de inocencia, o tener en cuenta el Interés Superior del Niño a disfrutar del amor de sus dos progenitores, dió curso a sucesivas ordenes de alejamiento y medidas cautelares, haciendo que desde junio hasta hoy, Martín y sus hijas no hayan podido volver a verse.


Incluso se han interrumpido las comunicaciones que Martín mantenía vía whatsapp, regulares aunque siempre controladas e intervenidas por la progenitora, quien muchas veces se hacía pasar por una de las niñas y lo interpelaba como “mal padre, no nos mandas dinero” y otras cosas inconcebibles para niñas de tan corta edad que aman a su padre.

Exigimos a los Juzgados de Familia de Morón que velen por el bienestar de los menores, cumplan la ley y se castiguen las denuncias falsas.


Martín fue al programa radial Sin Filtro Recargado a contar su historia. Puede escuchar el podcast
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