Desde el Grupo de denuncia a Jueces de Familia de Morón que incumplen la ley tenemos que lamentar la tercer muerte (al menos de las que tenemos conocimiento) de un papá impedido de contacto en menos de 15 días.

Nos unimos al dolor de la familia de Nicolás Befumo quien días antes de ser encontrado muerto en su casa se comunicó al Diario Digital ABC Hoy Tandil para expresar: “tengo una muy linda relación con mi hija, estaba con nosotros hasta que pasó esto (…) mientras se mantenga la indefinición de la justicia (pedimos) que podamos verla, mínimamente tener un régimen de visitas, y si no me lo permiten a mí, que la puedan ver sus tíos y abuelos de mi lado“. La policía todavía investiga las causas de su deceso.

La muerte de Nicolás se suma a la de Walter Aldeco en Córdoba y la de Mauricio García en Santa Fe.

Estos compañeros que mueren sin dar un último abrazo a sus hijos no formarán parte de ninguna estadística, pero han pagado con su vida al negocio de la obstrucción de vínculos familiares, del cual se benfician los juzgados de familia, los gabinetes psicosociales y los abogados corruptos, que impiden el contacto a las familias obstruídas con sus hijos aunque haya un régimen de visitas en vigor, ya sea omitiéndolo o dando curso a falsas denuncias y ordenes de alejamiento a mansalva.

Juzgados de Familia cómplices, exigimos responsabilidades.

 

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